Un invierno de campo

Este año, como el tiempo lo permite, estamos saliendo mucho al campito. Llevamos un mes saliendo todos los fines de semana, y la verdad es que es una gozada. Lo malo es saber que en pleno invierno puedes perfectamente ir en manga corta.

Preferiría que todo estuviera nevado, que lloviera, que tronase... aunque no pudiéramos salir a la montaña, eso significaría que el tiempo está otra vez en su sitio; el frío, la nieve y la lluvia en el invierno, y el sol y el calor en el verano.

El campo como siempre está precioso, pero se ve seco y más cuando piensas que todavía queda por llegar el verano... Pero como últimamente todo el mundo me dice... hay que saber ver lo positivo de las cosas, y eso es lo que estamos haciendo, aprovechar este maravilloso tiempo para salir al campo.

Salir al campo es como tomar un complejo vitamínico ;-) Disfrutas del paisaje, del canto de los pájaros, del sonido de los riachuelos repletos de agua del deshielo (sí, aunque ha nevado poco, el agua fluye con fuerza), del esfuerzo que tienes que realizar para llegar al final del camino, de la compañía de tus amigos, de las conversaciones profundas o no mientras caminas cuesta arriba o cuesta abajo, del conocer a nueva gente, del caminar también sola a veces... vamos que es un ejercicio estupendo para el cuerpo y para el alma, muy recomendable en todos los casos.

Hemos andado solos, acompañados, con sol, con nieve, en sábado, en domingo, alegres, cansados, hemos subido, hemos bajado, hemos cruzado riachuelos sin caernos (ay! Paco... que aventurero, y contigo el resto detrás...), hemos contemplado tejos milenarios... tantas cosas...

Este domingo nos fuimos a conocer una zona de la sierra muy chula en donde hay unos tejos con muchos, muchos años. El tejo es uno de los árboles que más viven. En Escocia se encuentra el que se considera el árbol más viejo de Europa, que por supuesto es tejo, un tejo con más de 15 metros de diámetro en su tronco. Se dice que tiene en torno a 2.000 años, algo increíble, no? ¿Os imagináis todo lo que ha visto pasar? es alucinante.

Además, he leído que para los celtas era un árbol sagrado. Los druidas con sus ramas hacían bastones que consideraban mágicos y con palillos de tejo adivinaban el futuro.

Son árboles que no parecen gran cosa, escondidos bajo sus ramas, sin embargo te acercas a ellos y puedes contemplar su majestuosidad. Eso sí, todo él, menos sus frutos son venenosos. A pesar de ello en la actualidad se está estudiando en la lucha contra el cáncer.

Fijaros en el de la derecha... era impresionante. hemos leído que tiene más de 10 metros de diámetro. No lo medimos, pero sí, era... Sus raíces formaban junto a rocas una especie de montículo aparte, por el que tenías que subir si querías tocar su tronco, dividido en varios trozos, como causa del paso del tiempo.

La ruta fue muy chula, en excusionesysenderismo podéis encontrar una parecida a la ruta que hicimos, pero no igual. porque nuestro guía se empeñó en llevarnos por el sitio más complicado... teniendo que cruzar un riachuelo en numerosas ocasiones y aquello no era fácil, ya que bajaba bastante agua y no había apenas rocas viables para el paso, pues todas estaban mojadas y muy resbaladizas... vamos que casi asesinamos al guía ;-)

Al final salimos ilesos y muy contentos, porque el camino junto a la orilla de río fue precioso, mucho más que el teníamos que haber seguido por una pista forestal. Gracias guía :-)

Y nada más... hasta la próxima!! que será pronto ;-)