07 mayo 2008

La cuenta atrás

9... 8... 7...

Qué impaciencia y cuan lento transcurre el tiempo cuando esperas. La dimensión tiempo se vuelve tan lenta...

Contradicción... echas la vista atrás y dices qué rápido ha pasado lo anterior. Supongo que cuando llegue el día ya no me acordaré de la lentitud y diré lo mismo "qué rápido ha pasado". El caso es no estar nunca conforme con lo que tenemos :-)

Ha transcurrido mucho tiempo desde aquel día, pero a la vez está tan cerca. Todo ha sido muy rápido, inesperado, supongo que es así porque así tiene que ser.

Y ahora la impaciencia la afrontas con miedo y también con esperanza, ilusión. Sobretodo con éstas últimas, por supuesto, pero el miedo está ahí, a veces más grande, a veces más pequeño, otras no se ve. La ilusión y la felicidad no desaparecen nunca, y cada día se hacen más fuertes... pero el miedo las frena cuando parecen hacerse las dueñas de mi mente. Supongo que el miedo es bueno en su justa medida, como todo. Te hace estar más despierta y te ayuda a darte cuenta de que tienes algo muy valioso y no quieres perderlo. Supongo que entra a formar parte de todas esas cosas que te permiten actuar en busca de una felicidad mayor. El miedo paralizante, agotador... esa es otra cosa, enemigo sin duda de nuestro camino hacia la felicidad.

Es increíble como los cambios llaman a otros cambios. Todo es un engranaje perfecto. Cada día estoy más convencida. ¿Quién tiene los planos? eso no lo sé, pero ahí están. Todo va encajando perfectamente.

El cambio más importante se produjo hace algo más de mes y medio. Las fechas, sin saberlo parecían coincidir. Un cambio de lugar, y una nueva oportunidad para los tres. Sin saberlo, ya había empezado la cuenta atrás. Ahora lo pienso y me parece increíble. Cuantas casualidades!! o las casualidades no existen...? va a ser que no.

Nuestro cuerpo es más receptivo a los cambios de lo que podemos imaginar, nuestra mente o nuestro mecanismo más rápidos que nosotros mismos ;-) Da la sensación de que antes de que nosotros les demos las órdenes, ellos ya se han puesto a trabajar sin decir ni pío.

Ojala aquel cambio traiga... y luego otro cambio... y otro... y así vaya construyendo nuestra vida día a día. Nuestro camino.

Y todo esto me recuerda al I Ching. Tengo que consultarlo, quizá me de alguna pista, siempre lo hace... De esta noche no pasa.

1 comentario:

Bárbara dijo...

A veces los acontecimientos se adelantan... Y no sé si quiero... el miedo se hace un poquito más grande ante la inminencia...

Desearnos suerte!