Ufff, cuanto tiempo sin escribir... parece que el calor nos aletarga a todos un poquito y las ganas de hacer cosas, salvo disfrutar de la playa y de las vacaciones, desaparecen en estos meses de calor esperando septiembre para volver a salir a flote. Pero la vida no se para, continúa, y las cosas siguen sucediendo, aunque no haya escritos que lo atestigüen o fotos que las muestren.

El ingreso de mi padre en el hospital... la preocupación, el cansancio.
La visita de Javi y Ana, nuestro amigos de Puerto Rico. Ojala todo vaya bien, y volvamos a vernos pronto con motivo de alguna novedad ;-) o bueno... otro viaje a Europa. Gracias por todo!!

La tarde con mis amigas Montse y Elo... siempre es un placer juntarnos y seguir viviendo a nuestra manera esos encuentros, siempre menos numerosos de lo que desearíamos. Ojala pronto nos volvamos a ver y podamos brindar por nuevas buenas.
El latir del corazón de nuestro peque... qué emocionante! qué milagro el saber que dentro de mi y proveniente solamente de dos células vive ya un pequeñajo/a de 14 centímetros más o menos que ya escucha, se mueve... ay!!!
El fin de semana en el que pintamos nuestra habitación en Santa María, quien ha visto la casa y quien la ve... Ojala acabemos pronto y podamos ir a inaugurarla ;-). Ese fin de semana en el que me sentí algo inútil... no me dejaban hacer más cosas de las que hice... "estás embarazada" oía sin parar mientras intentaba burlar la vigilancia :-P . A veces me cuidan en exceso!!

El fin de semana largo en la playita... la tranquilidad del agua, la respiración bajo el agua, los peces, aquel pulpo enorme... Cada vez me gusta más asomarme a las profundidades menos profundas del mar con el tubo, las gafas y las aletas, y ver los pececillos nadando a tu alrededor, intentar encontrar peces diferentes y no toparte con alguna medusa. Y sobre todo, cada vez más, el escuchar mi respiración, sentirla conscientemente bajo el agua, me relaja muuuuucho. Quizá porque pienso que "la cosita" estará escuchando también esa respiración ahí dentro, en lo profundo de mi vientre, rodeada también de líquido. No se.

Tantas cosas... tantas vivencias... tantos días transcurridos... tanto tiempo sin escribir...
Ayer una amiga me dijo algo que me gustó mucho, dejó impreso visualmente en mi cabeza su idea de la vida, de las relaciones... una conversación muy interesante. Hablaba de compañeros de viaje; para ella la vida está llena de compañeros de viaje, algunos duran para siempre, otros duran algo menos, otros muy poco. No podemos forzar ninguna relación, ni empeñarnos en que algo que ya no funciona continúe. Hay que saber despedirse, decir adiós o hasta luego, en cada caso será diferente.
Somos personas que nos vamos encontrando en este largo viaje que es la vida, y no podemos pretender seguir siendo amigo de aquel chiquillo que iba conmigo al colegio, aquel amigo de siempre (qué es siempre??). Las circunstancias a veces nos alejan, y en ocasiones para siempre. Y eso no es malo, no tiene porque serlo. Además si no te despides, si no aceptas que ese amor, esa amistad, ya no funciona, no puedes abrirte a lo nuevo, a todos esos compañeros de viaje que todavía están esperando en el camino.

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