El sol comienza a calentar todo a su alrededor, las flores inundan los campos y los jardines con sus olores y colores, los niños juegan en los parques, los pajarillos se refrescan en las fuentes y los gatos comienzan a sustituir la mullida cama por el duro pero fresquito suelo.
Llega el buen tiempo!!! y con él hemos visitado por unos días la playa. Esta vez ha tocado Granada, y por fin Andrés ha podido bañarse, eso sí en una piscinita que le dejó su amiga Ana y con agua templadita (Ángel calentó agua en casa y la mezclamos con el agua de mar).
Lo hemos pasado muy bien y los peques más todavía! además se han portado muy bien y han dejado vivir a sus padres ;-)
Esto de que se tengan amigos también con hijos está muy bien, porque se pueden compartir muchas cosas, consejos, experiencias, viajes... y además, cuando ya sean más grandes ellos se entretendrán sólos mientras nosotros disfrutamos, jeje.
Ana es un poquito más grande que Andrés, así que podéis imaginaros lo espabilado que ha venido del viaje. Ya ha tirado su primer vaso de leche, y fue a Paco, jeje. Claro, se mancharon los dos!!
Como crecen... ya se queda muy atento a todo lo que dicen los mayores, y cuando te ve comer te sigue con la mirada como te metes la comida en la boca, qué pensarán, verdad? Seguro que piensan: "Estos mayores... están locos..." :-)
El sol comienza a calentar todo a su alrededor, las flores inundan los campos y los jardines con sus olores y colores, los niños juegan en los parques, los pajarillos se refrescan en las fuentes y los gatos comienzan a sustituir la mullida cama por el duro pero fresquito suelo.
Llega el buen tiempo!!! y con él hemos visitado por unos días la playa. Esta vez ha tocado Granada, y por fin Andrés ha podido bañarse, eso sí en una piscinita que le dejó su amiga Ana y con agua templadita (Ángel calentó agua en casa y la mezclamos con el agua de mar).
Lo hemos pasado muy bien y los peques más todavía! además se han portado muy bien y han dejado vivir a sus padres ;-)
Esto de que se tengan amigos también con hijos está muy bien, porque se pueden compartir muchas cosas, consejos, experiencias, viajes... y además, cuando ya sean más grandes ellos se entretendrán sólos mientras nosotros disfrutamos, jeje. 
Ana es un poquito más grande que Andrés, así que podéis imaginaros lo espabilado que ha venido del viaje. Ya ha tirado su primer vaso de leche, y fue a Paco, jeje. Claro, se mancharon los dos!!
Como crecen... ya se queda muy atento a todo lo que dicen los mayores, y cuando te ve comer te sigue con la mirada como te metes la comida en la boca, qué pensarán, verdad? Seguro que piensan: "Estos mayores... están locos..." :-)
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