Una amiga me había hablado de ella hace tiempo, pero fue este verano cuando la ví por primera vez en el campo, concretamente en Huesca, en la zona de los Pirineos, en la subida al Ibón de Bernatuara. Fotografíé el primero que ví, pero luego a lo largo del camino fueron apareciendo muchos más. Es una planta que puede pasar desapercibida, es tipo cardo, pero destaca allá donde se encuentra. Nos fueron acompañando a lo largo de todo el camino y los días posteriores, en las siguientes rutas, también.
Son como soles en medio de la tierra, soles que no se dejan tocar porque pinchan. Su nombre común "flor del Sol" -como no- y en el norte de España es tradición colocarla en las puertas de los caserios y casas como representación del astro rey, cumpliendo sus mismas funciones de protección frente a malos espírirus, brujas y enfermedades.
Una planta, para muchos, desconocida, pero mágica, sin duda. Digna de numerosas historias, leyendas y relatos a los que alumbrar con su "buena suerte" ;-)
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