Historia sin final feliz

El texto que viene a continuación lo escribí el 18 de julio de 2022. Hoy, mayo de 2023 la cosa ha empeorado, aunque ya apuntaba maneras... Los peores presagios se han cumplido y el final no es feliz ni mucho menos. Muchas preguntas, mucho desconcierto,  mucha pérdida de tiempo, un tiempo que cada vez va quedando menos, porque la vida sigue pasando... y no es infinita. Mucha tristeza. Leed...

"Contar historias de otros, sentir la pena del otro, trabajo duro y arduo. La empatía como hilo conductor...

Siempre he sido una enamorada de las historias con final feliz y ser testigo de una cuyo final , sin haber comenzado si quiera, no lo es me produce mucha tristeza.

Hace unos días expresaba en una de mis Redes que la vida es dura, y mucho... y que a pesar de que puede dar muchas vueltas, normalmente nos negamos a ver esa posibilidad, la obviamos, quizá como defensa. Es el caso.

Necesito contaros la historia. Una historia que quizá  solo tuvo lugar en mi cabeza cada vez pienso más que así fue...

Los protagonistas... una muy buena amiga y un amigo. Ella de Madrid, él de Burgos. Ella  con una hija de 17 años, él con dos más pequeñas. Difícil, verdad? Nunca he querido ver la distancia como impedimento de nada, porque soy una romántica empedernida,  pero la realidad es aplastante y bastante jodida muchas veces.

Se conocieron  en Madrid. El vino a vernos y quedamos a cenar con otros amigos. Las primeras impresiones son importantes y aquí-quizá- surgió una primera atracción. No sé  si por parte de él,  pero sé que de ella sí.  Había cercana otra ocasión  de verse ya que él  iba a venir a una fiesta organizada en casa de otra amiga con la excusa de eurovisión.  Así ha seguido ocurriendo en esa y otra ocasión más sin que haya surgido nada. Ella está comenzando a sentir cosquilleo pero dice no ver señales por parte de él.  La distancia es muy complicada y depende de  cómo se es, de la personalidad de cada uno para que algo así  comience a funcionar. Si juntas a un chico tímido  y a una chica que ya no quiere correr riesgos....  La historia en mi cabeza era preciosa, y querer verlo así me ha hecho obviar la realidad. Ella espera, él sabiendo que una relación a distancia no puede funcionar y que cada uno tiene su vida, está  dispuesto a una relación basada en un polvo por cada visita que haga a Madrid. Adiós romanticismo, adiós historia tierna en mi cabeza...

Ella no se merece eso, aunque yo aceptaría  porque como dije... la vida da muchas vueltas y nunca sabemos lo que nos tiene preparado... sin embargo el miedo siempre es muy  fuerte y paraliza.

Conclusión... mucha película romántica a mis espaldas... aunque no quiero resignarme, y quiero pensar que algo puede pasar, y no un polvo de una noche. Pero yo ya me quito de en medio. No quiero  hacer daño a mi amiga y estoy empezando a pensar que quizá solo esté haciendo, quizá le he hecho tener esperanza... y eso ya no va a suceder. 

La película seguirá en mi mente,  el guion lo seguiré elaborando pero en silencio. No puedo permitirme hacer daño a nadie, y menos a ella."

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Pues releyendo esto el otro día  me sentí  una mierda, porque yo he seguido animando a intentarlo, tanto a ella como a él,  y al final...

 continúo...

Se han vuelto a ver en otras ocasiones y un fin de semana en nuestra casa de campo casi surge el roce. Se buscaban, era tan evidente... pero la presencia de otras personas con nosotros no permitió ese acercamiento físico entre ellos. Todas las oportunidades eran fallidas, y ha habido bastantes porque él  nunca ha puesto ningún pero para pasar unos días con nosotros, con más frecuencia de lo que solía  ser anteriormente, y yo, tonta de mi, lo achacaba a que algo había... algún sentimiento... algo.

Finalmente, tras una invitación de él a conocer Burgos  y pasar unos días juntos, ella se marcha para allá en el puente de mayo. Los días han pasado lentos para mi amiga, contando uno a uno los que quedaban para que llegara el encuentro. Ilusión desbordada, nervios que la impedían dormir, cosquilleo en la cabeza y en el corazón a velocidad ultrasónica... más de un año esperando ese momento que ya había vivido en su cabeza tantas veces...  mucho tiempo sin follar -también-, porque ella en cierta forma le ha guardado ausencia, a pesar de que nada había real.

Llegó  el día y el encuentro se produjo. Ella no podía  estar más feliz. Me contaba luego que todo fue perfecto,  los besos en cada esquina, los abrazos, esa mano pegada a la suya. La noche también fue perfecta. Estaba viviendo lo soñado, por fin!  Los días  transcurrían  y  todo parecía ir bien. 

Regresó pletórica,  con mucha ilusión  y ganas de que  aquel comienzo fuese el preludio de un amor precioso, a pesar de la distancia... Una distancia que ya se empezaba a diluir en sus sueños  con muchos proyectos, muchas sensaciones, muchas cosas por hacer...

Pero todo se derrumbó. De repente él dejo de escribirle mensajes. Ella necesitaba saber qué pasaba porque aquello no cuadraba con lo vivido en "el paraíso" la semana anterior... Por supuesto fue ella la que dio el paso y preguntó. El mazazo fue mortal. El quería dejarlo allí, no estaban en el mismo momento..., le llegó a decir que aunque viviera cerca no querría seguir con ella..., y todas esas cosas que se dicen y que suenan a excusa. Aquello no coincidía con lo vivido los días antes, con lo que le había dicho la última noche juntos.
¿Le había engañado? se había acojonado... porque pensaba que ella ya le iba a pedir el anillo...,? por lo que había sentido esos días..? nunca lo sabremos. El ha seguido con su vida, ella vive destrozada por muchas preguntas sin respuesta, el engaño, la tristeza... había vuelto a confiar en alguien después de mucho tiempo, y volvían a fallarle... y además alguien conocido, con vínculos con otros amigos, no un alguien desconocido, conocido en Tinder...

Han pasado las semanas y las preguntas continúan, el sentimiento permanece y el volver a colocarse es duro y difícil.

Yo me sigo sintiendo una mierda y también siento la traición, porque han engañado a mi amiga, -un amigo ha traicionado a mi amiga-, y porque sin mi empuje quizá no habríamos llegado a este punto, o no así...

Así que el final feliz que intuí a través de las sensaciones de los dos aquellas primeras quedadas se ha ido al traste. Y lo peor... que mi amiga lo está pasando francamente mal, le han vuelto tantas inseguridades sobre sí misma... tanta desconfianza en los demás... tanta tristeza... que levantar todo eso la está resultando difícil. Yo siempre he puesto mi esperanza en el Tiempo, que lo cura todo, pero esta vez tiene un duro trabajo... ha sido más de un año con la cabeza puesta en él, sus ilusiones puestas en un nuevo amor, una nueva oportunidad de ser feliz, y un año sí es mucho... contrarrestar eso va a llevar muuucho tiempo, y la cicatriz quedará para siempre, una cicatriz con nombre de paraíso, mar y atardeceres...