
Quizás en España o en Italia, se considere como bicho raro al que no lleve en su corazón ningún equipo, pero yo vivo en Francia y aquí conozco pocos forofos del balompié y, de hecho, lo normal es no serlo. Para que os hagáis una idea, en Francia no existen los informativos dedicados a «deportes» (es decir, fútbol) y las televisiones no suelen retransmitir los partidos de la Liga, tan sólo los decisivos. En una palabra, es el paraíso de aquellos que pensamos que el vocablo deportes no es sinónimo de fútbol y que cenar viendo un partido entre gritos, improperios y gestos estresados es lo más indicado para provocar una indigestión o para atragantarse.
Cada cuatro años, sin embargo, en Francia y en el resto del mundo se viven con emoción los partidos jugados por la selección nacional. El país se paraliza; los empleados tienen derecho a salir antes o, en su defecto, se les permite ver el partido en su lugar de trabajo; los informativos nacionales abren con comentarios sobre el último partido que ha opuesto la selección nacional contra el rival de turno; y los temas de conversación entre los ciudadanos dejan de ser los problemas de violencia, convivencia o escándalos políticos para dejar paso al comentario de las trepidantes acciones de los últimos encuentros.
El mundial de fútbol, a diferencia de la olimpiada, concentra la atención de todos los ciudadanos. Ya no se trata de admirar la actuación de las figuras internacionales del deporte; los jugadores de la selección encarnan el sentimiento patriótico y cada partido se vive como si de una batalla se tratara. En los mundiales lo importante no es participar, sino demostrar la supremacía nacional. Por eso, el mundial de fútbol es más que un acontecimiento deportivo, es la oportunidad de cada país de olvidar los problemas o miserias nacionales y fomentar el sentimiento patriótico. Durante el mundial todos somos hinchas, independientemente de que nos guste o no el fútbol.
9 comentarios:
La verdad es que es increible lo que hace el futbol... Ayer, primer partido de España en el mundial, yo no lo vi porque tenía una clase, pero dio igual, nos enteramos de todos los goles: petardos en la calle, gritos que salían de todas las casas en las que en ese momento había gente, pitidos de los coches que en ese momento circulaban por la calle. Es emocionante, sí. Y eso que sólo era el primer partido. La Plaza de Colón llega de gente siguiendo el partido, un par de locos bañándose en la fuente de la plaza... no quiero ni pensar lo que puede pasar si llegamos a cuartos de final... -pensar en la final quizá sea mucho-.
¿hacemos una porra?
Yo no soy mucho de Mundiales, pero sí de finales de la Champions.
¡¡Sí, sí!! ¡¡PORRA!! Me juego una cena a que España no pasa de cuartos. Evidentemente, esta cena tendrá lugar en Barcelona que, total, tampoco está tan lejos de Madrid... jajajaja
Yo digo que se queda en octavos, y obviamente, si gano, la cena en Madrid ...
Bueno, bueno, yo digo que... llega a la semifinal como poco ;-) Después de lo de ayer... creo que podemos tener suerte. La cena... donde querais... en Salamanca?
Que se anime más gente, así la cena sería como una quedada del blog, venga ánimo chicas y chicos!!!
Efectivamente, España no pasó de octavos... ¿Cuándo se cena?
Bueno, pues parece que gano Arimo, no? la cena cuando querais. ¿Madrid, Pirineos? ¿Sergio una visitilla a los madriles?
A mí no me tentéis, que cojo el puente aéreo o el AVE (bueno, semi-AVE, que sólo es AVE de Lleida a Madrid), me planto en la capital del Reino, ¡y a cenar! Por fechas, me va bien octubre... Así que, atentos, porque el día menos pensado os envío un mail reclamando la cena..jajajaja
OK. Entonces en octubre nos vemos, no? me parece una idea estupenda. ¡¡¡¡Viva el mundial!!!!
A Bárbara se le ha olvidado decir que en casa tienes cama para dormir...
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