06 mayo 2007

Un puente muy chulo


Otro año más llegó mayo, y con este mes el puente, más largo de lo normal para los que vivimos en Madrid, ya que el día 2 es el día de la Comunidad. Así que... que mejor ocasión para escaparse de Madrid. Esta vez, a Javea, de nuevo a la playa, como en Semana Santa. De playa a playa y tiro porque me toca.


Han sido unos días fantásticos, llenos de mucha risa, un paisaje precioso, una compañía estupenda, playa, mucha comida, bebida, cachimba y rummy. ¿Se puede pedir más?



No conocíamos Javea, pero ha sido todo un descubrimiento. Nosotros, acostumbrados a las amplias y desérticas playas abarrotadas de gente de Cullera o Gandía, no nos esperábamos encontrar un sitio así, pero nos equivocábamos. Javea tiene mucho para hacer, puedes tumbarte en una buena playa de arena fina, con todos los servicios, si te vas a la playa de El Arenal, o puedes irte a alguna de las muchas calas que tiene y disfrutar de un chapuzón en sus claras aguas, eso sí, en estas no podrás tumbarte mucho a tomar el sol, porque son playitas de rocas y tu espalda se resentirá.

Pero merece la pena si lo que deseas es hacer un poco de snorkel, o simplemente hacer un poco el tonto con un par de aletas, unas gafas y un tubo. Y que conste que no lo digo por nadie ;-)


El tiempo ha sido estupendo, y nos ha permitido tomar el sol y disfrutar de estas playas tan bonitas. Estuvimos en una cala nudista, preciosa, aunque recluidos en un sitio apartado, ya que no nos quitamos los bañadores, y la verdad nos daba palo ponernos en medio de la playa...


Hasta que encontramos la cala... toda una aventura, para unos más que para otros (jeje). Nos perdimos, y comenzamos a bajar acantilado para abajo por un camino que finalmente no llegaba a ningún sitio, y claro... luego con todo el calor y con todo el chiringuito sobre nuestras espaldas a subir por donde habíamos bajado. Lo bueno, fueron las vistas...



Los chicos pudieron conquistar una pequeña isla. Dicen que era preciosa, con un arco en ella y el con una especie de poza de color azul turquesa.



También aprovechamos para hacer una ruta por la zona, concretamente por el Cabo de San Antonio. Fue muy bonita y nos sirvió para hacer un poco de ejercicio con el mar como compañero de viaje.
Si no conoceis la zona, os la recomendamos. La negativo: las construcciones que poco a poco van cubriendo todos los montes de la zona, si no con altos rascacielos, estilo Cullera o Benidorm, sí con numerosas urbanizaciones de chalets desperdigados por toda la costa. La Comunidad Valenciana tiene mucho que aprender en este sentido de comunidades como Asturias, Galicia o Cantabria. Aún así, si podeis acercaros... merece mucho la pena.


Sara y Karin, muchas gracias por este viaje, por vuestra amistad y vuestra alegría. Y por habernos hecho descrubrir el Rummy .

1 comentario:

Oigrés dijo...

¡Qué bien volver a leersus