
Otro año más llegó mayo, y con este mes el puente, más largo de lo normal para los que vivimos en Madrid, ya que el día 2 es el día de la Comunidad. Así que... que mejor ocasión para escaparse de Madrid. Esta vez, a Javea, de nuevo a la playa, como en Semana Santa. De playa a playa y tiro porque me toca.

Han sido unos días fantásticos, llenos de mucha risa, un paisaje precioso, una compañía estupenda, playa, mucha comida, bebida, cachimba y rummy. ¿Se puede pedir más?


Pero merece la pena si lo que deseas es hacer un poco de snorkel, o simplemente hacer un poco el tonto con un par de aletas, unas gafas y un tubo. Y que conste que no lo digo por nadie ;-)
El tiempo ha sido estupendo, y nos ha permitido tomar el sol y disfrutar de estas playas tan bonitas. Estuvimos en una cala nudista, preciosa, aunque recluidos en un sitio apartado, ya que no nos quitamos los bañadores, y la verdad nos daba palo ponernos en medio de la playa...
Hasta que encontramos la cala... toda una aventura, para unos más que para otros (jeje). Nos perdimos, y comenzamos a bajar acantilado para abajo por un camino que finalmente no llegaba a ningún sitio, y claro... luego con todo el calor y con todo el chiringuito sobre nuestras espaldas a subir por donde habíamos bajado. Lo bueno, fueron las vistas...

Los chicos pudieron conquistar una pequeña isla. Dicen que era preciosa, con un arco en ella y el con una especie de poza de color azul turquesa.



Sara y Karin, muchas gracias por este viaje, por vuestra amistad y vuestra alegría. Y por habernos hecho descrubrir el Rummy .
1 comentario:
¡Qué bien volver a leersus
Publicar un comentario