Nuestro árbol del amor

Es un árbol que se puede encontrar en muchos parques de nuestras ciudades, un árbol que da las flores a comienzos de la primavera, muy temprano, y justo antes de que le vuelvan a brotar las hojas, así que en estas fechas está precioso. Ya se la han caído y ahora sólo le quedan las hojas y las vainas, contenedoras de las semillas.

Así es como nació este árbol, de una semilla que me dio mi abuela hace unos cuantos años. A su vez a ella se lo habían dado en un pueblo de Guadalajara, mientras comía junto a su marido, al verles tan enamorados...

Y aquí lo tenéis hoy hecho ya todo un árbol. Lo planté con mucho mimo, porque era para la colección de bonsáis de Paco. A día de hoy, los comprados se han ido muriendo, pero los que hemos plantado nosotros o nos han dado, recién plantados, van para adelante. Tardarán muuuuchos años en echar grandes troncos, pero ahí están alegrándonos los días en la terraza.

Sobre todo éste. Es nuestro árbol preferido, al que tenemos más cariño. Supongo que no sólo será por sus hojas en forma de corazones sino por el cobijo que nos da (a Grisi literalmente :-)) cuando las condiciones meteorológicas no son muy buenas.