Nuestra última salida al campo fue este fin de semana. Repetíamos ruta, pero esta vez en otra época del año, una época en la que el paseo fue mucho más bonito porque el agua estuvo presente durante gran parte del recorrido; en esta ocasión, también incluyendo la que cae del cielo :-)
Es un paisaje precioso, verde, muy verde, porque llegando a un collado el horizonte se expande y el agua comienza a estar por todos lados. De ahí que decidiéramos repetir en estas fechas. Había tanta agua que a veces se hacía difícil pisar tierra firme, sobre todo para aquellos, mejor dicho para aquella, a quien se le olvidaron las botas de montaña jeje, ¡Qué cabeza!
Mira que los del tiempo nos habían avisado... pero nosotros teníamos mono y había que salir como fuera. Parecíamos cuatro locos perdidos en el monte!! Aquellas nubes amenazando... aquel camino que no encontrábamos... Toda una aventura que al final no salió mal.
Hubo un momento, mientras comíamos, que estábamos rodeados de nubes negras por todos los lados, y se veía como llovía... ¡no nos vamos a librar! pensamos, y más teniendo en cuenta que sólo teníamos un chubasquero para cuatro!!! Finalmente claro que nos llovió, y granizó, pero mucho menos de lo que esperábamos. El cielo se portó bien con nosotros y nos respetó. Además nos regaló un bello arco iris!!!!
Juan regresó a andar con nosotros. Esperemos que no sea la última vez, sino la primera y que le coja el gusto y nos acompañe más a menudo. Al principio oír hablar de 14 kilómetros echa para atrás, pero ya verás como a la próxima pides más!! esto es un vicio!!
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