Este año, como otros anteriormente, me ha tocado vivir la Semana Santa en un pueblo de Toledo, Tembleque. Y desde luego que han sido unos días de pasión y penitencia... porque lo que me ha tocado ver no es para menos... Y todo se resume en una palabra: hipocresía. Y tu estás allí impasible, contemplando el mal espectáculo que supone tanta falsedad. Y quiero aclarar que no hablo de todo el mundo, pero muchos así lo demuestran estos días.
Empezaremos por la celebración del Jueves Santo, o como oí decir estos días a un amigo "la misa de los visones". Pues sí... este día la iglesia se llena y la gente se pone sus mejores galas, trajes, abrigos, zapatos... para asistir a esta celebración. Muchos no pisan la iglesia en todo el año, pero ese día sí, hay que ir para que le vean a uno. Como la iglesia se llena, la gente acude horas antes para coger sitio, e incluso hay gente que se lleva sus propias sillas y asientos para no estar de pie toda la celebración. También hay gente que va a confesar ese día y comulga también ese día, aunque sea el único día que lo hace en todo el año. Algo asombroso, no creéis?
Todo esto que supone? pues que muchos de los asistentes se pasen el tiempo que dura la misa (que es bastante) hablando con el que tiene al lado. Lo que no sé yo es si criticando el modelito de fulanito, o mira menganito con quien se ha sentado, o mira... vamos que si le preguntáramos a la mayoría de la gente que que han dicho las lecturas, o que se ha celebrado tendríamos un silencio por respuesta. Lo importante para ellos es estar ahí y punto.
En Tembleque es como si el Jueves Santo fuera el día grande de la Semana Santa, cuando el día grande tiene que ser como dice la liturgia el Domingo de Resurrección, porque si nos quedamos sólo con la cruz, con el Cristo muerto, nada tendría sentido... aunque claro... a ellos que más les da. Lo más triste, es que una que quiere celebrar de verdad no puede, porque toda esta mierda se lo impide. A pesar de mi estado (ocho meses de embarazo) tuve que estar de pie todo el tiempo ¿cómo iba alguien a cederme su asiento cuando llevaba quizá una hora calentándolo?, por no decir del grupito que había al lado venga hablar..., o el murmullo continuo que se oía, o el coro, que más que ayudar a la celebración (algo que debe ser el propósito de los coros de iglesia) lo único que hacen es querer lucirse. En fin... que eche un montón de menos mi parroquia de Madrid, encontrarme con las caras que veo todos los domingos, el silencio (roto sólo por algún arrebato de Andrés o algún otro niño), la hoja con las letras de las canciones que se van a cantar para poder orar también con el canto, ... tantas cosas...
Ya sabía esto de otros años, y siempre me ha venido una imagen a la cabeza... Jesús echado a los mercaderes del templo, quien sabe... quizá también echaría a mucha de esta gente hipócrita. Pero yo no tenía más remedio y tuve que volver a tragarme todo lo que me inspiraba aquello y aguantarme.
Y la cosa sigue... por supuesto... luego está la procesión de las caídas, que se celebra en la madrugada del jueves al viernes, a las seis de la mañana, y a la que podría llamarse la procesión de los borrachos, porque la mayoría de la gente joven que sale en ella va borracha. Han estado de botellón y fiesta hasta esa hora y a las seis hacen una parada para salir en procesión. Imaginaros la música que puede oírse... como tocan los tambores o las trompetas... Vamos.. una vergüenza!! Y lo malo es que todo el mundo lo acepta como normal...
Y hay otras procesiones, el jueves por la noche, y el viernes por la noche. Y aquí también me asombra la hipocresía de algunos... Lo mismo... muchos, que ni creen, incluso estoy segura que recelan de la Iglesia, se ponen sus caperuzas, sus túnicas, encienden su vela y salen en procesión. Aquí lo de menos es el sentido de la procesión, en este caso, el viernes, por ejemplo es la del silencio. Aquí lo importante es que la gente me vea y saludar, por supuesto!!, por ello, hay algunos que ya para rizar el rizo, se quitan la túnica que les cubre la cara y se la recogen con alfileres, como diciendo... eh! que aquí estoy... ¿Cuando se ha visto esto en Andalucía? además todo tiene su significado...
Así, que concluyendo... mejor irse a pasar unos días a la playa, porque por lo menos allí la gente es sincera, se desentiende de la Semana Santa, porque para ellos únicamente son días de vacaciones. Desde luego allí se me revolverían menos las tripas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario